De según como se mire... , de cualquier manera y tratando de establecerme en una posición adhiero al pensamiento de Sergio Bressky, titiritero profesional. Parte de la entrevista realizada por El Colectivo la transcribo acá:
-¿Por qué los títeres siguen siendo considerados un rubro del arte sólo para chicos (y muy chicos)?
- Bueno, supongo que esto tiene que ver con una evolución histórica, de contexto. En realidad los títeres nacieron allá por Asia hace cientos de años, ligados a temáticas religiosas (en Occidente la palabra marioneta proviene de “María”) y se trataba de representaciones para adultos. En Japón, por ejemplo, el Bunraku – un tipo de marioneta manejada por tres personas- presentaba creaciones dirigidas a la burguesía de Osaka…eran relatos feudales. Paralelamente a eso surgieron movimientos de títeres callejeros, más populares y contestatarios, que a menudo eran echados a patadas por denunciar al régimen. Es decir que en un principio, y durante mucho tiempo, los títeres se ocuparon casi exclusivamente de temas de adultos.
-¿Y a pesar de todo ese trabajo se sigue considerando a los títeres como un “arte menor” dentro del teatro?
- Yo creo que sí. Ahora se está tratando de darle otra dimensión. Pero en realidad esto del arte menor me parece que siempre pasó más por cuestiones económicas, políticas o coyunturales.
(...)Convengamos que de todas formas el arte es uno. No es mayor ni menor, y todo depende del oficio con que se haga y de lo que se logre transmitir con eso. Manipular un títere requiere de tanto oficio y horas de estudio como tocar el piano o cualquier otro instrumento.
(...) hay una fuerte invitación al juego…algo del “dale que vos sos Tal y yo soy Tal” de cuando éramos chicos.
El títere y los objetos son muchas veces parte de lo cotidiano, pero sacados de su contexto empiezan a simbolizar y entran en ese territorio sensible del hombre que es el arte.
Gracias a las fotos de Valentina Tamaño puedo reforzar la idea de que la mirada y la interacción del espectador con el objeto muchas veces adquiere un valor y un simbolismo que es difícil de establecer por determinadas normas o códigos de la sociedad.
Por ejemplo este comentario: - ¿No te parece que estas un poco grande para estas cosas?- le dice un padre a su hijo, al comentar que le gusta tal muñeco.
¿Como se puede establecer que objetos están dirigido exclusivamente a los más chicos y cuales a los adultos?
Algo parecido sucede cuando un adulto mira los muñecos y manifiesta que le gustan, pero comenta que lamenta no tener a algún chico a quien regalárselo.
Sin duda que la sociedad tiende a fijar costumbres y normas pero El Magma de la sociedad, del que hablaba el amigo Castoriadis, y en donde se encuentran las expresiones artísticas; tienden a evitar ese endurecimiento y propone contantes renovaciones...
...por suerte.
Fotos: Valentina Tamaño.
Insisto, me encanta tu trabajo. Te lo dije el otro dia (no te acordarás, pero no importa).
ResponderEliminarVoy a tener que pasarme a comprar una panzoncita para mi sobrina que viene en camino.
Gracias por tu arte.
Ivi